Vino blanco: todo lo que debes saber
El vino blanco se elabora a partir de mosto de uvas blancas o tintas, siempre y cuando estas últimas no presenten pulpa coloreada y no se someta a maceración con sus hollejos.
Un vino blanco se caracteriza por lo tanto, por su elaboración “en virgen”, término con el que se define en enología la fermentación del mosto en ausencia de partes sólidas, a diferencia de un vino tinto o clarete donde la fermentación se realiza en presencia total o parcial de sus hollejos.
La definición legal de estos vinos impide la maceración en la fase fermentativa, pero no necesariamente ha de evitarse en el periodo prefermentativo, donde los hollejos y otros componentes de la vendimia, pueden intercambiar sustancias con el mosto en mayor o menor grado y según la técnica de elaboración adoptada por el enólogo de la bodega.
En cuanto al azúcar, Los vinos blancos suelen ser “secos”, es decir casi sin azúcar, o con un contenido en azúcares residuales inferior a 5 gramos/litro, aunque existen vinos con niveles de azúcares superiores, pudiéndose clasificar los vinos blancos de acuerdo con las siguientes categorías:
Estos azúcares residuales proceden en su mayor parte del mosto, quedándose sin transformar en alcohol durante la fermentación una cierta cantidad de los mismos. Aunque en otros casos, el origen de estas sustancias se debe a la adición autorizada de azúcares, bajo la forma de mosto concentrado o de productos similares procedentes de otras vendimias.
Independientemente de la clasificación anterior, los vinos blancos se pueden agrupar según su elaboración e incluso crianza si ésta existiese, en los siguientes Tipos:
- Vinos “jóvenes” o del año, donde predominan los caracteres de juventud o primarios, especialmente los aromáticos, pudiendo evolucionar positivamente por reducción en botella solo en determinados casos.
- Vinos “criados o envejecidos en barrica”, donde después de una estancia en barricas de madera, seguido de otro periodo en botella, los vinos pierden la frescura de la juventud y adquieren otros caracteres sensoriales de tipo terciario o maderizados.
- Vinos “fermentados en barrica”, que presentan aspectos intermedios entre los anteriores, pero con matices sensoriales más profundos y diferenciadores.
- Vinos “generosos” de crianza, fundamentalmente oxidativa y en algunos casos bajo un velo de levaduras, poseyendo unos caracteres sensoriales de una gran tipicidad.
Otra forma de clasificar los vinos blancos es atendiendo a su origen o variedad de uva utilizada en su elaboración, clasificándose éstos en los siguientes grupos:
- Vinos blancos “neutros”que no poseen un aroma varietal particular, pero que pueden tener aromas primarios de juventud procedentes del proceso de elaboración.
- Vinos blancos “aromáticos”donde la variedad de uva comunica un perfil sensorial característico, especialmente en el apartado de aromas, destacando variedades como: Albariño, Chardonnay, Chenin blanc, Godello, Malvasía, Moscatel, Petit arvine, Riesling, Sauvignon blanc, Treixadura, Viognier, etc.
Vinetur. (s.f). Vino blanco: todo lo que debes saber. https://www.vinetur.com/2017012826943/vino-blanco-todo-lo-que-debes-saber.html